El ataúd del papa Francisco quedó sellado este viernes 25 de abril en la Basílica de San Pedro, durante una ceremonia privada en el Vaticano. Con este acto, se cumplió uno de los últimos ritos funerarios reservados para los pontífices, siguiendo el protocolo del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis.
El evento, que no fue televisado, reunió a un grupo selecto de autoridades vaticanas.