Un grupo de arqueólogos aficionados ha desenterrado cinco esqueletos humanos, todos sin manos ni pies, en lo que alguna vez fue el epicentro del poder nazi: la Guarida del Lobo, el cuartel general militar de Adolf Hitler situado en la actual Polonia.
El origen de la Guarida del Lobo se remonta a 1940, cuando Hitler ordenó su construcción como un cuartel secreto para la preparación de la invasión de la Unión Soviética. Con el tiempo, el complejo creció hasta albergar unos 200 edificios, incluidos búnkeres, refugios y cuarteles, ocupados por más de 2.000 personas en su apogeo. Hoy en día, el interés público y la especulación se centran en los misterios que aún retiene el sitio, reforzados por descubrimientos como el de la Fundación Latebra.
Fue dentro de la villa del comandante de la Luftwaffe, Hermann Göring, donde se realizó el inquietante hallazgo. Entre los esqueletos se encuentran los cuerpos de tres adultos, un bebé y un niño mayor. Según Dominik Markiewicz, miembro de Latebra, este descubrimiento ha sido completamente inesperado, especialmente considerando la notable seguridad que caracterizó a esta zona durante el régimen del Tercer Reich y su posterior ocupación por las fuerzas rusas.
La teoría de que podrían ser víctimas de algún tipo de ritual oculto dentro del Tercer Reich ha surgido entre las muchas especulaciones, aunque sin evidencia concreta que respalde esta hipótesis. La incertidumbre sobre si los esqueletos datan de la Segunda Guerra Mundial o si fueron enterrados allí en una fecha posterior añade otra capa de misterio al caso.