Una nueva y contundente investigación sacude el mundo ambiental: las secadoras de ropa contribuyen masivamente a la polución aérea por microfibras, liberando toneladas de residuos microscópicos cada año.
Un estudio publicado en la revista Environmental Toxicology and Chemistry reveló una cifra impactante. Solo en Estados Unidos, los hogares liberan más de 3.500 toneladas de microfibras al aire anualmente a causa del uso de secadoras.
Para poner esto en perspectiva, esa cantidad equivale al peso de unas treinta Estatuas de la Libertad volando en el ambiente.
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El giro científico
Durante años, la atención de los expertos se centró casi exclusivamente en las lavadoras como la principal fuente de fibras contaminantes que terminan en el agua. Sin embargo, el equipo de investigación del Desert Research Institute (DRI), dirigido por Monica Arienzo, demostró que las secadoras desempeñan un papel igualmente relevante.
El mecanismo es simple y directo: los conductos de ventilación expulsan aire caliente al exterior, y ese aire arrastra consigo millones de fibras diminutas que se dispersan en el medioambiente.

El riesgo oculto: Químicos tóxicos en la ropa
El análisis de las fibras recolectadas por voluntarios en la región de Lake Tahoe confirmó la presencia de materiales sintéticos (nailon y poliéster) y fibras naturales (algodón y lana).
Aunque las fibras naturales se degradan más rápido, el problema real radica en lo que transportan: ambas variedades llevan consigo sustancias químicas peligrosas presentes en los tejidos, como colorantes, retardantes de llama y, peor aún, compuestos PFAS, conocidos por su dificultad para eliminarse del ambiente y su alta persistencia.
Los datos indican que, anualmente, los hogares estadounidenses arrojan al aire unas 2.700 toneladas de microfibras naturales y 460 toneladas de sintéticas. Este problema se agrava porque la producción mundial de tejidos sintéticos supera la mitad del total, incrementando la presencia de microplásticos en el aire que respiramos.
Soluciones simples para un gran impacto
La investigadora Arienzo enfatiza que este trabajo amplía la comprensión sobre cómo los textiles se degradan en condiciones domésticas habituales. Sin embargo, también ofreció soluciones prácticas para que el consumidor pueda mitigar el impacto:
- Mejorar el Filtrado: Instalar mejores o filtros adicionales de malla en las salidas de aire de las secadoras.
- Secado al Aire Libre: Recurrir al secado al aire libre, una alternativa sencilla que reduce drásticamente la liberación de microfibras al ambiente.
Marilee Movius, de la organización Keep Tahoe Blue, destacó la importancia de estas acciones cotidianas: «Instalar filtros adicionales o limitar el uso de la secadora son acciones simples que contribuyen a proteger el campo natural y la calidad del aire».

Riesgo de incendio
A los riesgos ecológicos se suma un grave peligro para la seguridad del hogar. Cada año, cerca de 3.000 incendios en viviendas estadounidenses se originan en secadoras de ropa, según la Administración de Incendios de Estados Unidos.
La acumulación de pelusas en el aparato y el sistema de ventilación es la principal causa de estos siniestros, pues este material es altamente inflamable. La Administración recomienda identificar rápidamente las señales de advertencia y limpiar regularmente estos conductos para evitar tragedias.
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