Netflix estrenó recientemente el documental Número desconocido: Falsa identidad en el instituto, dirigido por Skye Borgman, que retrata uno de los casos más perturbadores de acoso digital en escuelas de Estados Unidos.
La producción reconstruye cómo Lauryn Licari y su novio Owen McKenny comenzaron a recibir mensajes anónimos con insultos y amenazas, un hostigamiento que se convirtió en una pesadilla para toda la comunidad escolar.
Voces reales, sin actores
A diferencia de otros documentales, la narrativa se construye únicamente con testimonios auténticos de los protagonistas: estudiantes, padres, docentes, autoridades, periodistas y especialistas en delitos cibernéticos.
No hay actores recreando escenas: son las personas involucradas quienes cuentan cómo lo vivieron. Entre los participantes destacan:
- Lauryn Licari y Owen McKenny, víctimas de ciberacoso.
- Sus familias, amigos y compañeros de instituto.
- Autoridades escolares y del FBI que participaron en la investigación.
La historia detrás del caso
El documental revela cómo el acoso digital fue escalando hasta un desenlace inesperado: la responsable resultó ser Kendra Licari, madre de Lauryn.
La producción evita retratarla como una villana caricaturesca, mostrando en cambio sus contradicciones y la paradoja de ser una madre que, en lugar de proteger, terminó dañando a su propia hija.
Una narrativa sobria y directa
La directora Skye Borgman, conocida por otros documentales de crímenes reales, apuesta por un estilo crudo y sin dramatizaciones. Archivos digitales, mensajes, registros escolares y entrevistas construyen una narración directa que expone la gravedad del caso.
El documental fue producido junto a Ross M. Dinerstein y Rebecca Evans, quienes explicaron que el objetivo era que el espectador sintiera la misma incertidumbre que vivieron las víctimas: “Queríamos que se sintiera la incomodidad de no saber quién estaba detrás”.
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