Una empresa japonesa de ingeniería ha encontrado en los gatos una solución inesperada para mejorar el ambiente laboral. Qnote, dirigida por Noboyuki Tsuruta, adoptó a nueve felinos que ahora forman parte esencial de su equipo. Con su presencia, no solo han reducido el estrés de los empleados, sino que han aumentado la productividad.
La tradición de adoptar gatos comenzó hace 15 años, cuando Tsuruta decidió dar un toque especial a su oficina en Tokio. Futaba, el primero en llegar, se unió tras ver un anuncio de adopción en un restaurante cercano. Desde entonces, más gatos han sido incorporados, convirtiéndose en los favoritos de los trabajadores.
Cada uno de los nueve felinos tiene su propio “puesto” dentro de la empresa. En la web oficial, los gatos cuentan con fichas personalizadas donde se detalla su nombre, edad y hobbies. Futaba, Milk, Hana y los demás, además de animar las oficinas, son las estrellas de las redes sociales de Qnote.
La relación entre empleados y gatos es tan estrecha que los trabajadores incluso ayudan con su cuidado y tratamiento médico. Un ejemplo fue Gomao, quien tras una lesión fue atendido por la empresa y cuidado con dedicación por todo el equipo.
Para ser parte de la familia Qnote, hay un requisito muy claro: amar a los gatos. La empresa mantiene esta tradición y sus empleados aseguran que no podrían imaginarse el trabajo sin ellos. “Es reconfortante”, comenta Ayaka Otsuka, una de las empleadas.
Tsuruta espera que más empresas adopten una dinámica similar y adopten animales de compañía. Según el director, los beneficios son evidentes, tanto en el bienestar de las personas como en las ganancias de la empresa, que han aumentado considerablemente desde que los gatos llegaron a la oficina.