Namibia enfrenta una sequía sin precedentes que ha llevado al gobierno a tomar medidas drásticas. En medio de una grave escasez de agua y alimentos, el gobierno ha autorizado la caza de más de 700 animales salvajes en los parques nacionales del país. La decisión busca mitigar el impacto de la sequía en la población rural.
El Ministerio de Medio Ambiente de Namibia informó que la caza selectiva incluye elefantes, antílopes, búfalos, cebras y ñus. Estas especies enfrentan el riesgo de morir de sed debido a la falta de agua. Al sacrificar a algunos de estos animales, se espera aumentar las posibilidades de supervivencia de los que quedan.
La carne de los animales sacrificados ya se ha comenzado a distribuir entre las comunidades rurales afectadas. Hasta ahora, se han abatido más de 150 animales, y se han entregado unas 57 toneladas de carne a las aldeas cercanas.
Sin embargo, la medida ha generado indignación entre las organizaciones de defensa de los animales. La organización Elephant-Human Relations Aid (EHRA) calificó la decisión como el «mayor sacrificio masivo de animales salvajes en la historia de Namibia». La EHRA lanzó una petición para detener el proyecto y buscar alternativas.
La organización también acusó al gobierno de permitir a cazadores de trofeos participar en la caza a cambio de pagos. El Ministerio de Medio Ambiente confirmó que utilizará los fondos recaudados, unos 500,000 euros, para mejorar el suministro de agua en los parques nacionales.
El gobierno de Namibia defendió su decisión, argumentando que es necesaria para el bienestar de los ciudadanos. «Estamos ayudando al país en estos momentos tan difíciles, cuando es absolutamente necesario», declaró el Ministerio en un comunicado reciente.