El monte Everest, la cima del mundo, con 8.848 metros de altura, tiene problemas serios de higiene. Es por ello que las autoridades locales han preparado un plan para evitar que las heces fecales humanas que realizan los escaladores se queden para siempre en la montaña.
Quienes realicen expediciones al Everest tendrán que recoger sus heces y llevarlas al campamento base para ser procesadas, dijeron a la BBC las autoridades de la región nepalí.
«Nuestras montañas empiezan a apestar», dijo Mingma Sherpa, presidente del municipio rural de Pasang Lhamu, que controla la zona que introdujo la nueva norma como parte de un paquete de medidas más amplias.
«Recibimos quejas de que se ven heces humanas en las rocas y de que algunos escaladores se enferman. Esto no es aceptable y erosiona nuestra imagen», añade.
Aunque no existe ninguna cifra oficial, se calcula que hay unas tres toneladas de excrementos humanos entre el campo uno, en la base del Everest, y el campo cuatro, hacia la cima.
¿Dónde vas al baño en una montaña?
Durante la temporada de escalada, los montañistas pasan la mayor parte del tiempo en el campamento base aclimatándose a la altitud.
Allí se levantan tiendas de campaña separadas que hacen las funciones de baños y cuentan con barriles debajo que recogen los excrementos. Sin embargo, una vez que comienzan su traicionero viaje, las cosas se ponen más difíciles.
La mayoría de los escaladores y el personal de apoyo tienden a cavar un hoyo para defecar, pero cuanto más alto subes la montaña, algunos lugares tienen menos nieve, por lo que las expediciones se ven obligadas a hacerlo al aire libre.