Política

Presidente Daniel Noboa expidió el Reglamento a la Ley Orgánica de Inteligencia

Foto: Presidencia de la República

Ecuador ya tiene una nueva estructura estatal encargada de dirigir todas las operaciones secretas y estratégicas del país. El presidente Daniel Noboa Azín firmó este lunes el Decreto Ejecutivo No. 52, con el que oficializó el Reglamento General a la Ley Orgánica de Inteligencia y creó el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) con rango de ministerio. Este organismo será la entidad rectora del recién estructurado Sistema Nacional de Inteligencia (SNI).

La normativa detalla el funcionamiento, las competencias y los protocolos del sistema, al tiempo que centraliza la conducción de todas las operaciones de inteligencia y contrainteligencia bajo una sola autoridad. “El Centro Nacional de Inteligencia será la máxima instancia de doctrina, operación y control del sistema de inteligencia del Ecuador”, establece el artículo 7 del reglamento.

La decisión del Ejecutivo se da tras la aprobación de la Ley Orgánica de Inteligencia por parte del Pleno de la Asamblea Nacional, el pasado martes 8 de julio. La ley, que obtuvo 77 votos afirmativos, fue impulsada por la Comisión de Seguridad Integral. Su presidenta, la legisladora Inés Alarcón, sostuvo que esta normativa “marca un antes y un después en la capacidad del Estado para reaccionar ante amenazas como el terrorismo y el crimen organizado”.

Centro Nacional de Inteligencia: nuevo eje de poder estratégico

El reglamento firmado por Noboa establece que el Centro Nacional de Inteligencia, anteriormente conocido como Centro de Inteligencia Estratégica (CIES), adquiere autonomía administrativa y financiera, y tendrá a su cargo la rectoría del SNI. Esta transformación no es menor: al darle rango ministerial, el Ejecutivo otorga a esta entidad un estatus equivalente al de los ministerios de Defensa o Gobierno, lo que refleja el peso político y estratégico que adquiere en la estructura del Estado.

El CNI será responsable de elaborar el Plan Nacional de Inteligencia, evaluar la idoneidad del personal, coordinar ciberinteligencia, realizar pruebas de confianza, clasificar objetivos de alto valor, y ejecutar operaciones encubiertas tanto dentro como fuera del país. Además, tendrá la facultad de suscribir convenios de cooperación con agencias internacionales homólogas.

El sistema contará con subsistemas operativos en las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, análisis financiero, tributación, aduanas, sistema penitenciario y la Casa Militar Presidencial. Todos ellos deberán articularse funcional y doctrinariamente bajo la dirección del CNI.

El reglamento dedica un capítulo entero a las operaciones de inteligencia (recolección de información) y contrainteligencia (protección y detección de amenazas). Además, establece que estas se realicen de forma secreta y sistemática para anticipar riesgos contra la seguridad pública y del Estado.

Las operaciones podrán incluir herramientas como inteligencia de señales (SIGINT), humana (HUMINT), de imágenes (IMINT), financiera (FININT), ciberinteligencia, entre otras. Deberán autorizarse por la autoridad máxima del CNI o de los subsistemas militar y policial. “Las actividades serán proporcionales, necesarias y orientadas exclusivamente a proteger los intereses estratégicos del Estado ecuatoriano”, indica el reglamento.

Además, el CNI podrá solicitar, sin orden judicial, información a instituciones públicas y operadoras de telecomunicaciones, bajo justificación de seguridad nacional. Estos datos serán clasificados y no podrán ser utilizados como prueba judicial, pero sí servirán para apoyar decisiones estratégicas del Estado.

Control del gasto reservado y protección del personal

El nuevo reglamento también regula el uso del fondo permanente de gastos especiales, que financiará las operaciones reservadas. Si bien el monto global será público, la ejecución de estos fondos será secreta o secretísima y estará sujeta únicamente a auditorías trimestrales de la Contraloría General del Estado, bajo régimen clasificado.

Asimismo, se garantiza la protección de los agentes de inteligencia y sus familias cuando sus vidas estén en riesgo. El reglamento extiende esta seguridad incluso después de que dejen sus funciones, siempre que hayan estado expuestos por actividades operativas.

Plan Nacional de Inteligencia: visión de largo plazo

El Plan Nacional de Inteligencia será el instrumento estratégico que orientará todo el sistema por un periodo de cuatro años, con revisiones anuales. Deberá identificar amenazas, vulnerabilidades y oportunidades que afecten al Estado y establecer líneas de acción para la seguridad nacional. Este plan será elaborado y actualizado por el CNI y puesto en conocimiento del presidente de la República.