El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizó una llamada telefónica a Vladimir Putin el lunes, en un intento por cumplir su promesa de campaña de poner fin a la guerra en Ucrania. La Casa Blanca, a través de un funcionario anónimo, confirmó la llamada, y su portavoz, Karoline Leavitt, expresó que Trump está «cansado y frustrado» con ambas partes en el conflicto.
Rusia, por su parte, calificó la conversación de «importante», reiterando su preferencia por resolver el conflicto a través de medios políticos y diplomáticos. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Moscú «valora mucho» los esfuerzos de Washington para mediar.
La llamada se produjo tras las reuniones entre delegaciones rusas y ucranianas en Turquía, que no lograron un acuerdo de alto el fuego. Tras el intercambio de prisioneros y las conversaciones en Turquía, Trump anunció que hablará con Putin, Zelenski y la OTAN para buscar un alto al fuego. Zelenski, por su parte, reiteró su demanda de un «alto el fuego total e incondicional».
Ucrania y sus aliados europeos han intensificado la presión sobre Rusia, exigiendo nuevas sanciones y un alto el fuego inmediato. Los líderes de Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia discutieron con Trump la posibilidad de imponer sanciones adicionales si Rusia no se compromete seriamente con las conversaciones de paz. El canciller alemán, Friedrich Merz, también instó a Putin a aceptar un alto el fuego y conversaciones de paz a través de su cuenta de X.
Zelenski abordó el tema de las sanciones con el vicepresidente estadounidense, JD Vance, durante un encuentro en el Vaticano. Mientras tanto, Rusia anunció la toma de control de dos municipios en el este de Ucrania y reportó ataques con drones sobre territorio ucraniano.