Si tu espíritu navideño está despertando, tranquilo, tiene una explicación. Para millones, los últimos meses del año marcan el inicio no oficial de la temporada de fiestas y la urgencia por transformar la casa en un set navideño.
Expertos e investigadores han revelado las poderosas razones emocionales y sociales que impulsan esta prisa decorativa.

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Más amigable y accesible
Un dato interesante proviene del Journal of Environmental Psychology. Sus hallazgos sugieren que las personas que decoran su casa antes de tiempo proyectan una imagen positiva: la gente las percibe como más sociables y empáticas.
Además, el psicoanalista estadounidense Steve McKeown afirma que quienes adelantan la Navidad suelen ser individuos más felices que buscan activamente revivir sus mejores recuerdos de la infancia.
¿Felicidad garantizada? Un experto modera la euforia
Manuel Alfonso González Oscoy, profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM, pone el tema en perspectiva. Aunque no confirma que la decoración temprana sea sinónimo de «felicidad en sí misma», el académico sí considera que la gente que adorna temprano «construye su camino hacia la felicidad».
Sin embargo, González Oscoy lanza una advertencia importante: a veces, la decoración anticipada funciona como una fachada social. Internamente, en el hogar, la situación podría no ser tan armoniosa como el exterior decorado da a entender.

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El motor de la nostalgia
La razón más universal tiene que ver con la nostalgia. Adornar la casa es un ritual que transporta a las personas a momentos felices de celebraciones pasadas y tradiciones familiares entrañables.
El académico de la UNAM explica que «es entendible que muchas personas deseen adelantar esta actividad, puesto que necesitan de esos recuerdos para adentrarse en el ambiente de la época”. Los adornos se convierten en un ancla emocional.
La decoración como herramienta social
Los adornos navideños superan su función estética. Según González Oscoy, a nivel social, funcionan como una herramienta poderosa para fortalecer las relaciones y lazos sociales durante las fiestas. Crean espacios de interacción, alegría compartida y apoyo mutuo con vecinos y seres queridos.
Significado diferente por edad
La prisa por decorar se interpreta de forma distinta en los extremos de edad:
- Adultos mayores: Adelantar la decoración actúa como una especie de «compromiso de llegar al otro año» y les da una forma tangible de «reafirmar los lazos familiares» que, a veces, sienten distantes. Les genera una gran ilusión.
- Niños: Aquí, la motivación es más directa y emocionante. Los más pequeños relacionan el mayor ímpetu decorativo con la llegada de Santa Claus y los Reyes Magos, esperando inconscientemente «mejores o más grandes regalos».
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