La Sansevieria trifasciata, popularmente conocida como lengua de suegra, es una planta muy común en los hogares, ya que resulta relativamente fácil de mantener.
En las creencias populares, algunas personas creen que la lengua de suegra protege contra las malas energías o la envidia. No obstante, no existe evidencia científica que respalde estas afirmaciones.
Para la mayoría de personas esta planta es apreciada por varias razones:
- Es resistente y requiere pocos cuidados.
- Se adapta con facilidad a espacios interiores.
- Puede contribuir a la purificación del aire, al absorber toxinas como el formaldehído y el benceno
¿En qué parte del hogar ubicarla?
La lengua de suegra puede ubicarse en distintas áreas del hogar, dependiendo del propósito con el que se la quiera tener, ya sea decorativo o simbólico.
Una de las ubicaciones más frecuentes es cerca de la entrada principal, donde, según creencias populares, actúa como barrera contra las malas energías o la envidia. También es común colocarla en la sala de estar, ya que es uno de los espacios más utilizados y donde puede aportar tanto a la decoración como a la purificación del aire.
En los dormitorios, esta planta es valorada porque, a diferencia de muchas otras, continúa produciendo oxígeno durante la noche gracias a su proceso de fotosíntesis.
La lengua de suegra también se adapta bien a pasillos o rincones con poca luz, ya que tolera la sombra mejor que muchas otras especies. No obstante, su desarrollo será más óptimo si se coloca en un lugar con luz indirecta brillante. Gracias a su versatilidad y resistencia, esta planta puede integrarse con facilidad en los distintos ambientes del hogar.