En medio de fincas, caminos de tierra y árboles de cacao, miles de familias ecuatorianas encuentran una oportunidad real de progreso gracias al Plan Cacao de Nestlé. Esta iniciativa, creada en 2010, busca no solo mejorar la calidad del cacao que se produce en Ecuador. Además, tiene como objetivo fortalecer a las comunidades que lo cultivan. Se cuida el entorno y se apuesta por un modelo de desarrollo sostenible.
Una alianza que unió el cacao para cambiar vidas
Actualmente, el programa beneficia a más de 7.500 cacaoteros en 11 provincias del país. Estos agricultores han sido capacitados en prácticas agrícolas sostenibles, gestión de cultivos y comercialización responsable. La relación que Nestlé construye con ellos se basa en principios de comercio justo, asistencia técnica y pago de precios competitivos. Sobre todo, se enfoca en una visión compartida de crecimiento.
Uno de los pilares más sólidos del Plan Cacao es la Escuela de Agroemprendimiento, que ha capacitado a cientos de agricultores en temas como liderazgo, administración financiera y marketing. Esta formación permite que el cacao no solo sea un cultivo, sino una fuente de ingresos sostenible y con visión empresarial. En su octava edición, participaron 300 cacaoteros de cantones como Naranjito, Quevedo y Portoviejo. Estos agricultores hoy lideran sus propias fincas con un enfoque más productivo y rentable.
Pero también hay un componente humano que marca la diferencia. A través del programa Herederos en el Campo, desarrollado en conjunto con la ESPOL, se busca motivar a jóvenes de zonas rurales a involucrarse en el agro. Este diplomado híbrido incluye clases, talleres y pasantías reales, y fue diseñado para 50 jóvenes de Esmeraldas, Manabí, Los Ríos y Guayas. El objetivo es sembrar futuro en el campo ecuatoriano y reducir el abandono rural.
Cacao de aroma fino: el tesoro de Ecuador
Otro gran valor del programa es el enfoque hacia el cacao fino de aroma, uno de los tesoros agrícolas más importantes del país. Ecuador es el principal productor mundial de este tipo de grano, y Nestlé trabaja directamente con agricultores para mejorar su calidad. Además, se asegura su trazabilidad y posicionamiento en mercados internacionales como materia prima de alto valor para la industria chocolatera.
A través del Plan Cacao, Nestlé ha logrado integrar acciones ambientales, sociales y económicas en una sola estrategia. Ha mejorado las condiciones de vida de miles de productores, ha generado empleo local, ha empoderado a jóvenes y ha contribuido activamente a la conservación del ecosistema cacaotero. Esto refleja el compromiso de la empresa con su filosofía de Creación de Valor Compartido. El éxito del negocio va de la mano con el bienestar de las comunidades y del planeta.
Nestlé no solo compra cacao. Invierte en el campo. Acompaña. Forma. Protege. El Plan Cacao es un claro ejemplo de cómo la colaboración entre empresa y agricultor puede convertirse en una fuerza transformadora para el Ecuador.