El telescopio espacial europeo Gaia, consagrado a la cartografía de la Vía Láctea, descubrió un agujero negro de una masa récord que representa 33 veces la del Sol. Algo jamás visto en nuestra galaxia, según un estudio publicado este martes.
El objeto, bautizado Gaia BH3 y situado a 2.000 años luz de la Tierra, en la constelación del Águila, pertenece a la familia de los agujeros negros estelares que surgen del colapso de estrellas masivas agonizantes.
Son mucho más pequeños que los agujeros negros supermasivos situados en el corazón de las galaxias, cuyo proceso de formación es desconocido.
El descubrimiento de Gaia BH3 se debió «al azar», dijo a la AFP Pasquale Panuzzo, investigador del instituto CNRS en el Observatorio de París-PSL, y principal autor de los trabajos publicados en Astronomy & Astrophysics Letters.
Los científicos del consorcio Gaia estaban analizando los últimos datos de la sonda, con miras a la publicación del próximo catálogo en 2025, cuando hallaron un sistema de estrellas binarias particular.