Ciencia y tecnología

¿Qué le sucede a nuestro cuerpo cuando sufrimos por desamor?

En «Renacida», Susan Sontag nos recuerda que el amor puede ser una experiencia dolorosa, comparándola con ser desollado vivo, dejando al descubierto nuestras vulnerabilidades más profundas.

Florence Williams, autora y periodista científica, experimentó el devastador impacto del desamor. Tras una relación de 30 años, recibió un correo electrónico de su pareja, quien la estaba abandonando por otra persona.

El desamor no solo afecta nuestra salud emocional, sino que también puede afectar nuestro bienestar físico. Williams se vio afectada a nivel celular, experimentando cambios en su sistema inmunológico que eventualmente desencadenaron una enfermedad autoinmune: la diabetes tipo 1.

El estudio del desamor desde una perspectiva científica revela que el estrés y la soledad desencadenan respuestas inmunológicas y hormonales que pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas y acortar nuestra esperanza de vida.

La investigación del profesor Steve Cole de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), sugiere que la soledad es uno de los factores más tóxicos para la salud humana. La conexión entre el desamor y la inflamación celular muestra cómo nuestras experiencias emocionales pueden causar cambios biológicos.

Los avances en neurociencia también han arrojado luz sobre cómo nuestro cerebro procesa el dolor emocional. Los estudios de resonancia magnética han demostrado que el desamor activa regiones del cerebro asociadas con la adicción y el dolor físico, lo que subraya la seriedad con la que nuestro cerebro aborda el dolor emocional.

A pesar de la oscuridad que rodea al desamor, existe una luz al final del túnel. Williams encontró consuelo en la naturaleza y en la conexión con los demás. Su investigación la llevó a escribir «Heartbreak: A Personal and Scientific Journey», donde comparte su viaje hacia la sanación y ofrece esperanza a aquellos que están atravesando por experiencias similares.