Lo que comenzó como una revisión médica habitual terminó en una intervención a vida o muerte para Roberto Carlos. El exfutbolista de 52 años acudió a un hospital en São Paulo para controlar un pequeño trombo en su pierna; sin embargo, los especialistas decidieron realizarle una resonancia de cuerpo completo.
Durante este procedimiento, los especialistas descubrieron con asombro que un porcentaje muy alto de su corazón presentaba fallas graves. Por consiguiente, el equipo médico ordenó su ingreso inmediato y una cirugía de urgencia para colocarle un catéter, evitando así un desenlace que pudo ser fatal.
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Complicaciones en el quirófano para Roberto Carlos
A pesar de que los médicos estimaban una operación de apenas 40 minutos, la intervención se extendió por casi tres horas. Las complicaciones que surgieron durante el proceso obligaron a los cirujanos a extremar precauciones, aunque finalmente lograron estabilizar al astro brasileño.
Tras recuperar el conocimiento, el propio Roberto Carlos envió un mensaje de tranquilidad a través del diario AS: “Ahora ya estoy bien”, sentenció el ex lateral izquierdo, quien permanece bajo observación para monitorizar su evolución postoperatoria.
Vacaciones interrumpidas por la salud
Roberto Carlos se encontraba en su Brasil natal disfrutando de un periodo de descanso junto a su esposa e hijo. Aunque el histórico defensor reside habitualmente en España, donde cumple funciones institucionales para el Real Madrid, aprovechó este receso para someterse a chequeos preventivos.
Debido a la magnitud del hallazgo, los medios internacionales como El Mundo calificaron el episodio como un «susto grande», subrayando que el brasileño tuvo la fortuna de estar en manos médicas en el momento preciso.
El legado de una leyenda eterna
La noticia ha conmocionado al mundo del deporte, pues Roberto Carlos es considerado uno de los mejores laterales izquierdos de la historia. Durante sus 11 temporadas en el Real Madrid, el brasileño fue pieza fundamental de los «Galácticos», acumulando tres títulos de la Champions League y cuatro trofeos de LaLiga.
Asimismo, su trayectoria con la Canarinha es impecable, destacando la conquista de la Copa del Mundo de 2002. Su potencia física y su inolvidable golpeo de balón lo convirtieron en un ícono global que hoy, afortunadamente, se recupera de su batalla más difícil fuera de las canchas.
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