La hipertensión ocurre cuando la presión sanguínea supera los 140/90 mm Hg. Lo ideal es mantenerlo por debajo de 135/85 mm Hg.
A menudo se relaciona la hipertensión con reducir la ingesta de sal, pero es crucial considerar otras estrategias para controlar la presión arterial.
- Alimentación saludable (junto con actividad física): Tanto la alimentación saludable como la actividad física ayudan a proteger la salud cardiovascular. Para las personas con hipertensión, se recomienda especialmente la dieta DASH.
- Reducir el consumo de sal: La OMS recomienda una ingesta de 2000 miligramos de sodio por día, equivalentes a 5 gramos de sal. Si la presión arterial es alta, es necesario consultar a un profesional de la salud.
- Incluir más alimentos ricos en potasio, magnesio, calcio y omega 3: Además de reducir el consumo de sodio, se debe seguir una dieta variada, equilibrada y completa, priorizando alimentos frescos y naturales sobre los procesados o ultraprocesados.
- Recordar que el estilo de vida saludable abarca más que la alimentación: Cada persona ha sido influenciada por diversos factores que moldean su estilo de vida. Un profesional de la salud puede detectar un aumento en la presión arterial y recomendar adoptar un estilo de vida saludable.
- Es importante estar atento ante el consumo inadvertido de sal: Reducir el consumo de sodio en la dieta puede ser difícil, ya que gran parte proviene de alimentos envasados y platos de restaurante. Estos alimentos ultraprocesados pueden contribuir al aumento de la presión arterial.
- Organizarse con antelación para comer fuera de casa: A menudo, las personas adoptan hábitos saludables, pero debido a compromisos laborables, necesitan comer fuera de casa. Se aconseja pensar cuidadosamente y organizarse al comprar comida, priorizando opciones saludables siempre que sea posible.